Y sí, llegó el día en el que me di cuenta de que la vida está
para reírte de ella, y no con ella; que si te caes, solo tienes que levantarte;
que no te importe el pasado pero que siempre lo tengas en cuenta, que la vida es
alegrarte los viernes y joderte los lunes, salir un sábado y estar sin pasta un
domingo, gritarle a las personas que quieres y saber pedir perdón, tener las
cosas claras y decidirte en el último momento, jugar con fuego y quemarte; hacer
estupideces sin parar pero que no te importe lo que piensen los demás, ponerte
guapa para el amor de tu vida, abrazarte a quien te abrace y a quien no quieras
no te abrazas y punto; porque sentir dolor es inevitable, pero sufrir es
opcional.
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